miércoles, 30 de abril de 2008

Otoño de cambios...

Creo que estas ultimas mañanas, el aire recorrió mi interior como lo comenté en el blog de mi amigo Zen. Fue una sensación tan rara. Fresca, que aunque parezca irreal me hizo recordar que estaba viva y que podía hacer muchas cosas más.
Agradezco a la serie de eventos que se me presentaron los últimos días, porque aunque fueron todas grandes malas noticias, me ayudaron a querer empezar todo de nuevo.
Desde mi convivencia en otra casa, desde empezar a volver a bailar, desde mirar hacia otro lado, desde conocer más la gente q me rodea, desde cambiar colores de un blog, hasta entender que las personas no todas piensan igual. Que cambian. Que crecen, y aunque nos duelan muchas veces como actúen, nos ayuda a descubrir como realmente son, así que también te agradezco a ti, que aunque no sepas ni de la existencia de este blog (ese no es mi objetivo), de cierta forma en cada uno de mis post tuviste algo que ver. Pero como lo había anticipado antes, ahora si llego la despedida, y aunque cueste entender, creo que ya es tiempo de madurar por mi parte, ya que no espero q vos lo hagas, creo que es tiempo de decirte adiós y adaptarme a los cambios.
Seguramente esta publicación no se asemeje a la mayoría que integran este espacio, pero necesitaba expresar lo bien que me siento ahora, y las ganas de cambiar algunas cosas que tenia.
De alguna forma, muchos de los que leen este espacio me ayudaron a crecer, y aunque un poco tarde, a entender algunas cosas de la realidad, que por tener poca experiencia no nos dejan sentir como realmente se debe sentirlo. Desde lo grande de una charla de amigos, hasta algo tan pequeño como una brisa de otoño.