jueves, 25 de octubre de 2007

Maquina del tiempo

No posterguemos lo impostergable. No dejemos para mañana, lo que podemos hacer hoy. Frases, frases, frases. Muy fácil decirlo, pero considero a la persona mas valiente del mundo, cuando en un momento de dolor, pueden decirle a una persona, lo que tenían pensado, hecho discurso, que se lo habían replanteado mil veces, pero que cuando estaba allí, no pudieron decir nada. Se me vienen mil momentos a la cabeza. Que difícil que es. La persona esta a solo metros, y nosotros la sentimos a kilómetros. Una sensación timpánica, de vacío, y a su vez de desconcierto. De impotencia, al hacer nuestro plan somos algo sobrenatural, con toda la fuerza y energía del mundo. Al ejecutarlo somos un ser pequeño, con falta de fuerza, con miedo a ser aplastado…con miedo a fracasar, refugiado en la opinión de los demás, sin formar una propia. Adosados a la duda, pero perdidos, e intimidados por la mirada hermosa, de alguien, que aún no esta claro lo que quiere.
Y volviendo al tema de la distancia. El sentir tan cerca a alguien que esta tan lejos, y el sentir demasiado lejos a alguien que esta tan cerca. Tiempo y distancia, parámetros, que no se definen, sino que se experimentan. Cambian en un segundo. No dan tiempo a nada. De un momento a otro sentimos lejos a alguien, y bastan palabras, miradas, sonrisas, gestos, para que nos acerquen en menos de un segundo, y sintiéramos hasta que su piel, sea la nuestra. Pero es decisión del corazón, frenar el tiempo, reaccionar…dejar el pasado y viajar al futuro. Es el tele transportador más codiciado… y sin que nos demos cuenta como se maneja… lo tenemos ahí, del lado izquierdo de nuestro cuerpo. Donde el manual no es más que la experiencia, y el combustible las ganas de salir adelante.